FAROS BRILLANTES EN LA TORMENTA, LOS NIÑOS APRENDEN A AYUDAR A OTROS

Los niños en Indonesia aprenden cómo dar ayudas de Scientology los unos a los otros —y encontrar calma y felicidad— en las secuelas de un desastre.

Cuando una cadena de terremotos golpeó a Indonesia, los Ministros Voluntarios llevaron mucho alivio para el trauma a los jóvenes.

La isla de Lombok, Indonesia, fue aterrorizada por una serie de terremotos y cientos de temblores durante un periodo de semanas, resultando en más de 500 muertos y más de 42 000 casas y 450 escuelas dañadas o destruidas.

Mientras la gente reconstruía sus vidas, los Ministros Voluntarios asistieron sus necesidades físicas inmediatas, proporcionando alimentos, agua y ropa. Muy pronto se hizo evidente que los sobrevivientes estaban siendo más afectados por el trauma emocional. Algunos no fueron capaces de dormir durante semanas, anticipando el siguiente terremoto, y la educación en toda la isla estaba en un callejón sin salida, con niños y profesores con miedo de regresar a las escuelas.

El indonesio Ministro Voluntario encargado, Abdi Surbakti, se dio cuenta de que lo que su gente necesitaba era “alivio para el trauma”: las ayudas de Scientology para aliviar el miedo y la ansiedad. Pero él necesitaba una estrategia para llegar a la población: “Al alcanzar a los estudiantes y al entrenarlos, podemos hacer que los estudiantes que están entrenados le enseñen a sus madres. Entonces las madres pueden ayudar a los padres”.

Surbakti contactó a la primera escuela y estableció un taller para 250 estudiantes. Como las aulas eran inseguras, el equipo de Ministros Voluntarios se reunió en los pasillos y les enseñó a hacer las ayudas de Scientology. Los resultados fueron inmediatos y milagrosos: los miedos y la apatía persistentes de los estudiantes se transformaron en sonrisas y animada actividad. Al ver el cambio, el director comentó: “Es importante ayudar a los estudiantes con su trauma después del terremoto. Al aprender esto, espero poder reducir el miedo, no solo en los estudiantes, sino también en los profesores que también están traumatizados, así que definitivamente necesito esto”.

El taller piloto fue un éxito. Los Ministros Voluntarios empezaron de forma sistemática, visitando escuelas, desde la primaria hasta la secundaria, entregando talleres de alivio para los traumas.

Luego a 1 650 kilómetros de distancia, en la ciudad costera de Palu, Sulawesi, un terremoto de 7.5 de magnitud golpeó al país, creando un tsunami y asesinando a un estimado de 4 340 personas. Surbakti dejó a un grupo local encargado de los talleres en la escuela en Lombok que había sido entrenado y viajó a Palu. La escena era la misma. Un VM dijo: “Algunas de las escuelas de Palu aún no estaban activas debido a los recientes temblores y aún recuerdan a una de las escuelas siendo tragada por el barro durante el terremoto”.

El equipo de Ministros Voluntarios replicó la pauta de Lombok y de inmediato preparó talleres de alivio para los traumas en las escuelas. Los resultados fueron igual de milagrosos. Un Ministro Voluntario señaló: “Los estudiantes se sienten más alegres después de haber dado ayudas. Sienten que han vuelto a nacer. Asimismo, cuando los maestros le dan ayudas a sus hijos en casa, los niños aman las ayudas y quieren más”.

“Al aprender esto, espero poder reducir el miedo, no solo en los estudiantes, sino también en los profesores que también están traumatizados, así que definitivamente necesito esto”.

El director de la Escuela Secundaria #3 en Palu dijo: “Todo este tiempo, nadie ha venido a esta escuela con este tipo de programa. Esto es algo que hemos estado esperando para que nuestros estudiantes puedan volver a la vida otra vez”.

En Palu los Ministros Voluntarios también entrenaron y asignaron a 14 directores de escuelas y maestros como Encargados de la Comunidad para atender a toda su comunidad —más allá de sus estudiantes inmediatos— para llevar a cabo el entrenamiento en las ayudas y entregarlas cuando los Ministros Voluntarios se hayan ido.

En total, y además de todas las otras formas de ayuda que los Ministros Voluntarios llevaron a 84 360 vidas en Lombok y Palu, sus actividades resultaron en 21 237 ayudas restauradoras de vidas que fueron entregadas y 8 815 personas nuevas entrenadas para continuar con la tecnología de curación.



LA AYUDA RESTAURA LA CONFIANZA

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